Con un clima excelente salimos al agua. El rio es francamente una belleza pero a los pocos kilometros ya empieza a mostrarse bastante trabado, se angosta considerablemente y comienzan a interponerse un nuestro camino varios troncos y ramas de sauces.
La corriente es fuerte y esquivar estos raigones con botes de travesia largos comienza a hacerse dificil.
Unos 45 Km remados desde la salida y el rio comienza a tornarse muy complejo de remar. Es aún mas angosto y el ramerio se transforma en una galeria por momentos peligrosa.
Varios tumbos, algo de equipo perdido, un impresionante rolido de Damián con media pala (se habia partido) y, finalmente recibimos una paliza que separa al equipo en dos.
Por un lado Pablo, Tango y Damian a la margen izquierda y por otro El Vikingo y Héctor sobre la derecha.
Nos comunicamos con los Handies y decidimos acampar así.
En la mañana nos comunicariamos para evaluar los pasos seguir.